Devocional Cielos Abiertos

LA BENDICIÓN DE TUS PADRES

Memoriza: “Y se estremeció Isaac grandemente, y dijo: ¿Quién es el que vino aquí, que trajo caza, y me dio, y comí de todo antes que tú vinieses? Yo le bendije, y será bendito.” Génesis 27:3

Lee: Génesis 27:27 – 40

“27 Y Jacob se acercó, y le besó; y olió Isaac el olor de sus vestidos, y le bendijo, diciendo:
Mira, el olor de mi hijo,
Como el olor del campo que Jehová ha bendecido;

28 Dios, pues, te dé del rocío del cielo,
Y de las grosuras de la tierra,
Y abundancia de trigo y de mosto.

29 Sírvante pueblos,
Y naciones se inclinen a ti;
Sé señor de tus hermanos,
Y se inclinen ante ti los hijos de tu madre.
Malditos los que te maldijeren,
Y benditos los que te bendijeren. m

30 Y aconteció, luego que Isaac acabó de bendecir a Jacob, y apenas había salido Jacob de delante de Isaac su padre, que Esaú su hermano volvió de cazar.

31 E hizo él también guisados, y trajo a su padre, y le dijo: Levántese mi padre, y coma de la caza de su hijo, para que me bendiga.

32 Entonces Isaac su padre le dijo: ¿Quién eres tú? Y él le dijo: Yo soy tu hijo, tu primogénito, Esaú.

33 Y se estremeció Isaac grandemente, y dijo: ¿Quién es el que vino aquí, que trajo caza, y me dio, y comí de todo antes que tú vinieses? Yo le bendije, y será bendito.

34 Cuando Esaú oyó las palabras de su padre, clamó con una muy grande y muy amarga exclamación, y le dijo: Bendíceme también a mí, padre mío.

35 Y él dijo: Vino tu hermano con engaño, y tomó tu bendición.

36 Y Esaú respondió: Bien llamaron su nombre Jacob, pues ya me ha suplantado dos veces: se apoderó de mi primogenitura, y he aquí ahora ha tomado mi bendición. Y dijo: ¿No has guardado bendición para mí?

37 Isaac respondió y dijo a Esaú: He aquí yo le he puesto por señor tuyo, y le he dado por siervos a todos sus hermanos; de trigo y de vino le he provisto; ¿qué, pues, te haré a ti ahora, hijo mío?

38 Y Esaú respondió a su padre: ¿No tienes más que una sola bendición, padre mío? Bendíceme también a mí, padre mío. Y alzó Esaú su voz, y lloró.

39 Entonces Isaac su padre habló y le dijo:
He aquí, será tu habitación en grosuras de la tierra,
Y del rocío de los cielos de arriba;

40 Y por tu espada vivirás, y a tu hermano servirás;
Y sucederá cuando te fortalezcas,
Que descargarás su yugo de tu cerviz.”

BIBLIA EN UN AÑO: 1 Crónicas 23 – 25

MENSAJE

Un padre tiene un poder tremendo poder sobre la vida y el destino de su hijo. Todo hijo sabio siempre buscará obtener las bendiciones de su padre, ya sea biológicas o espirituales.

Un día había vuelto de un viaje con una gran bolsa en cada mano cuando dos de mis hijos en el Señor vinieron para darme la bienvenida. El que llegó a donde yo estaba primero solo me dio un saludo mientras que el otro me ayudó con las bolsas de inmediato. Me volví al que me ayudó con las bolsas y le dije “Dios te bendiga”. El otro dijo “Padre, no me has dicho “Dios te bendiga”. Le contesté “Tú me viste con las bolsas, pero no me ayudaste”. Si quieres que tu padre te bendiga, provócale para que lo haga.

La bendición de un padre es irreversible. En nuestro versículo a memorizar, cuando Isaac se dio cuenta que él tenía la bendición de Jacob en vez de Esaú, incluso él no pudo revertirlo. Una vez que tu padre te ha bendecido, estás bendecido para siempre.

Las bendiciones pueden venir del alma, del corazón o de la boca. Jacob le pidió a Esaú que le cocinara una comida deliciosa para que pudiera bendecirle desde el alma (Génesis 27:1-7). Un padre puede bendecir a tres de sus hijos, pero uno seguirá siendo más bendecido que el resto por el amor especial que su padre tiene por él. ¿Cuánto te ama tu padre? Proverbios 10:1 dice;

“Los proverbios de Salomón. El hijo sabio alegra al padre, Pero el hijo necio es tristeza de su madre.”

¿Tu padre normalmente se siente animado a orar por ti o eres un hijo o hija que le hace enfadar continuamente? Algunas personas a penas le mandan dinero a sus padres cuando son mayores; algunas casi ni les llaman, menos aún les visitan. Cuídales como si fueran tesoros. Sea lo que sea que hagas, asegúrate de que consigues la mayor cantidad de bendiciones posible de tus padres antes de que ya no estén.

Llamada a la Acción: Haz algo por tus padres hoy que provoque te bendigan. Si tu eres un padre, llama a tu hijo o a tus hijos y bendíceles desde tu alma.

Texto Original Open Heavens by Pastor E.A Adeboye traducido por RCCG Ciudad de David – Valencia (Spain)