Memoriza: “sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.” Colosenses 2:12
Lee: Juna 19:28 – 30
“28 Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed.
29 Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca.
30 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.”
BIBLIA EN UN AÑO: Salmos 95, 97 – 99
MENSAJE
“Consumado es” fueron las últimas palabras que Jesucristo dijo en la cruz del Calvario, justo antes de morir. Hubo un cúmulo de eventos, tanto físicamente como espiritualmente, que culminaron en el momento solemne que produjo esta declaración, empezó en el Jardín del Edén cuando Dios creó a los seres humanos a Su propia imagen como objeto de Su amor, y empezó una relación íntima con ellos. Satanás entonces engaño a la humanidad al tentarles a pecar en contra de Dios, dañando así la bonita relación entre Dios y las personas. Por lo tanto, Dios advirtió que la batalla estaba lejos de haberse acabado. Génesis 3:15 dice;
“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.”
Dios puso hostilidad entre la semilla de la mujer y la del diablo. Sin duda, Jesucristo es la semilla de la mujer. Él fue el único ser humano que vino a este mundo sin la colaboración de un hombre ya que fue el Espíritu Santo el que trajo Su concepción. Teológicamente hablando, se cree que Dios en Su infinita sabiduría codificó cuidadosamente los planes de redención en Génesis 3:15. Este código permaneció escondido para el diablo hasta que la muerte y la resurrección de Jesucristo. Jesús sin embargo, estaba totalmente enterado de este plan divino para salvar a la humanidad; así pues en Juan 19:30, Él triunfantemente clamó a gran voz “consumado es!” como una declaración de victoria sobre el diablo y sus agentes. Cualquiera que desee ser parte de esa victoria debe aceptar a Jesús como su Señor y Salvador persona.
Esta aceptación sin embargo, no debe ser una confesión verbal solamente, sino también con todos nuestras acciones también. Oro para que el reino de terror del diablo sobre tu vida y la de tu familia llegue a su fin hoy, en el poderoso nombre de Jesús. Jesús ya ganó la batalla y de hecho, consumado es .
Punto de Oración: Padre, gracias por la salvación de mi alma a través de la cruz, con la cual tu me has dado Victoria por adelantado en mis batallas.
Texto Original Open Heavens by Pastor E.A Adeboye traducido por RCCG Ciudad de David – Valencia (Spain)