Devocional Cielos Abiertos

SALVO PERO NO PARA SIEMPRE

Memoriza: “El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.” Juan 15:6

Lee: Ezequiel 3:17 – 21

17 Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. 18 Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. 19 Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma. 20 Si el justo se apartare de su justicia e hiciere maldad, y pusiere yo tropiezo delante de él, él morirá, porque tú no le amonestaste; en su pecado morirá, y sus justicias que había hecho no vendrán en memoria; pero su sangre demandaré de tu mano. 21 Pero si al justo amonestares para que no peque, y no pecare, de cierto vivirá, porque fue amonestado; y tú habrás librado tu alma.

BIBLIA EN UN AÑO: Lucas 19:1 – 48; 2 Samuel 7 – 9

MENSAJE

Algunas personas han estado yendo por ahí predicando la herejía de que una vez eres salvo, eres salvo para siempre, con la implicación de que tus acciones después de la salvación, ya sean buenas o malas, han sido cubiertas por la sangre de Jesús. Por lo tanto, puedes hacer y deshacer. Algunos incluso fueron más lejos llegando a decir que incluso si pecas después de entregar tu vida a Cristo, seguirás yendo al Cielos. Éstas son mentiras terribles que proceden de lo más profundo del infierno.

La lectura Bíblica de hoy establece que cuando un justo vuelve a pecar, toda la justicia pasada se anula y queda vacía y será juzgado como un pecador. El hecho es que habiendo creído en Cristo una vez, alejarse de Él puede llevar a una personas directa al infierno. Por eso debes de trabajar por tu salvación, con miedo y temblor (Filipenses 2:12). La Biblia también dice que cualquiera que pone su mango en el arado y mira hacia atrás, no es apto para el reino (Lucas 9:62). No te dejes engañar, una vez que has dado tu vida a Cristo, tienes que permanecer en Él viviendo una vida de santidad constante y desarrollando tu relación con el Espíritu Santo, porque Él te guiará en toda verdad. Esta es la única forma de asegurar tu eternidad.

PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, dame la gracia para permanecer en Ti constantemente, para que no sea echado fuera.